miércoles, 1 de agosto de 2012

olvidar es más fácil que perdonar

Pienso, pienso en un quizás que no llega, un final feliz que no existe, una lágrima que nunca termina de caer...
Sonrió de tristeza, porque hace tiempo que aprendí si se podía llorar de felicidad, también se podía al contrario...
Comienzo a romper las fotos, todas las fotos nuestras que prometían sueños, que luego rompimos uno a uno, igual que hacen los recuerdos con mi corazón...
Me asomo a la ventana para ver las estrellas, esta noche brillan más de lo normal, por lo menos para mí, pero me retiro rápido porque un me recuerdan a el ribeteo de felicidad que se pintaba en tus ojos.
Ahora, justo ahora, cuando todo esta perdido, me pregunto por qué, el por que a esta historia de locos que ha acabo así.
Suena mi móvil con nuestra canción, aprieto los dientes y me pregunto por que no la había borrado ya.
En la pantallita aparece tu nombre, cuelgo y lo tiro a la cama. Una lágrima vuelve a asomarse por el rabillo de mi ojo, lo froto para evitar que caiga y espero a que el cansancio me venza de nuevo y que todo esto haya ido un sueño...


A veces, llorar es mejor que reís, y olvidar más fácil que perdonar...

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