sábado, 29 de septiembre de 2012

Te echo de menos (2º parte)

Hoy ya llego el invierno, y sigo sin ver tu cara, sigo sin recibir noticias tuyas, sigo sin saber si mi carta te sirvió para recapacitar o para recordar que yo quiero quererte...
La nieve a empezado a caer, y no hay nadie para abrazarme y protegerme del frío. No hubo nadie que consiguiera ayudarme a olvidarte, aún me culpo por todo, aún me pregunto por qué no has vuelto...
Cría que la carta amainaría mi dolor y que, poco a poco, dejaría de esperarte. Pero son demasiadas las ganas de verte otra vez... Antes, lo único que quería era enfadarme contigo, decirte todo lo que me callé...
Sigo mirando por la ventana alrededor de la medianoche para verte entre estrella y estrella, mantengo la promesa que nos hicimos en el famoso puente de los candados, en el que enganchamos uno en él y tiramos la llave al río, jurando que si alguna vez nos separáramos, siempre guardaríamos la foto del otro.
Y, aunque a veces me es difícil mirarte, sigo teniéndola en mi cartera con la esperanza de que tu cuides la mía igual...
Puede que con esto solo te moleste porque tú ya habrás pasado página, ya ha pasado un largo año desde la última vez que te vi, pero aún siento nuestro último abrazo. 
A veces pienso que esto en una mala pesadilla, o incluso que tú nunca llegaste a existir, pero me muerdo la mano y veo que es una triste realidad que no estés a mi lado.
Puede que te hayas mudado, puede que nunca recibieras mi carta, y que nunca recibas esta. Que mi esfuerzo haya sido en vano y que solo este gastando tinta con la esperanza de volver a sentir tu voz en mi mente.
Si pudiera alcanzarte en este mundo en el que todo va demasiado rápido... ya estoy exhausta de correr para seguir el ritmo de la vida, cansada de arrancar las hojas del calendario y de no distinguir un día del anterior. De que parezca que mi reloj se haya roto y todo sea fugaz, harta de pasar horas en vela pensando en ti.
Mi paciencia se esta agotando y no se como desahogarme porque me frustra no poder salir del agujero rutinario que se a vuelto el día a día.
Ya me conozco todos y cada uno de los centímetros de mí habitación, te he echado de menos demasiadas veces en ella.
Ya me dijeron mil veces que para volver a tenerte solo tengo que buscarte, pero no se por donde empezar, tengo miedo de ir a tu casa y no ser bienvenida, que me humilles y tener que volver sola a mi hogar.
Aún espero tu perdón y tu regreso, que tod esto haya servido para algo...
Espero que el dolor de no tenerte terminé y que tu y yo volvamos a estar juntos...

No soporto la idea de haberte perdido de forma definitiva, aunque lo intenté superar... Aunque venga otro llené ese vacío que siento... Siempre ocuparás un lugar en mi corazón donde refugiarte entre mis secretos mejor guardados, siempre serás la personita que hizo que mis barreras cayesen, y que tuvo el poder de destruirme en todo momento, el poder de hacerme reír y llorar. Siempre serás por el que siga luchando con una vida que no esta hecha a mi medida... Por el que seguiré viviendo con una sonrisa el los labios... 
Gracias por cambiarme la vida., y por haber dejado tu huella en ella... Seguiré pensando en ti, donde quiera que estés. 
Y recuerda... Siempre te buscaré entre las estrellas...

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