lunes, 22 de abril de 2013

Una relación

Pensando, en ese falso honor que nos mantiene solos. Aunque a veces encuentras a esas personas que te quieren por encima de todo, cada momento pasa, como los demás, pero te das cuenta que los mejores recuerdos los tienes a su lado.
No te importa ser totalmente dependiente a él porque sabes que no te dejará, que siempre tendrás a alguien acompañándote en los malos momentos.
Por tener a esa persona, sonríes cada mañana esperando a hablar con él. Los demás dejaron de importarte porque al compararlos con el tuyo no le llegan ni a la suela de los zapatos.
Y sin él, dejas de ser la misma persona, te deprimes y te preparas para cambiar, porque con cada persona que pasa cambias. Acabas sobreviviendo a la pérdida de lo que considerabas perfecto, porque lo que es perfecto solo es la imperfección mirada desde lejos. Pero cuando te acercas solo ves esos pequeños matices que ya no puedes pasar por alto, algunos incluso te los inventas para que no lo eches tanto de menos.
¿Y quién sabe? A lo mejor te levantas un día y ni te acuerdas de él, puede que llegue el día en el que no le eches en falta y no añores sus besos.
Si conseguiste olvidarle, es que no era ni la mitad de lo que será el acertado, porque si sentiste algo nunca podrás evitar acordarte de él de vez en cuando, sonreír al recordar las risas y bromas.
Con cada fallo consigues aprender, para que volver a caer no sea tan doloroso, así que no te arrepientas de lo que hiciste, porque eso te evito cometerlo en el futuro.

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