martes, 15 de enero de 2013

Hay que aprender

Llega el momento en la vida en la que no sabes, ni que tienes, ni que deseas, pero la única respuesta que podemos sacar es que solo continuando, podremos responder nuestras preguntas.
Cuando todo el mundo te engaña, los amigos te defraudan, la mayoría de la gente es como un dado trucado, tiene muchas caras pero en cada situación saca la que mas le conviene.
Si guardáramos nuestra amistad solo a las personas que se la merecen, os quedaríamos sin amigos. ¿Quién nos enseñó a ser así? Mis padres no me decían "Ve, y miente a la gente", hemos aprendido a base de puñaladas traperas a la espalda, de insultos poligoneros y de miradas matadoras.
En el fondo nada nos prepara para lo que hay en el mundo, confiar en alguien solo te da más posibilidades de ser traicionado.
Decir las cosas a la cara es difícil, la gente se escusa diciendo que no quiere hacer sufrir a nadie, pero después critican a la espalda haciendo el mismo daño.
Decimos que nada de lo que nos digan o hagan nos importa pero todo el mundo tiene un punto débil, algunos tenemos demasiados...
Lloramos a oscuras porque no se puede mostrar debilidad. Los rumores nos confunden, las mentiras nos engañan, pero todos somos fuertes.
Siempre hemos tenido un momento de felicidad en el que las malas noticias no nos importaban. Un recuerdo que si se nos viene a la mente sonreímos.
Cuando llegue el momento de educar, no les diré cuan frío puede ser el mundo, les diré que el calor proviene de un abrazo y de un te quiero. No les diré que todo el mundo te defrauda, les diré que siempre va a haber alguien que lo de todo por ellos.

La infancia... todo es tan fácil, ¿para qué estropeársela? Yo siempre he podido ser muy empírica, y pienso que si medio mundo está sumido en la sombra, la otra mitad está alumbrado por un Sol cálido. Que si un día está nublado, al siguiente lloverá y podrás salir a mojarte.

El lado bueno de las cosas no siempre debe estar en el corazón, lo hermoso no tiene porque verse...

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