San Valentín

Hoy, día de los enamorados, los solteros se despiertan un poco desanimados, ven a los demás triunfando y en el fondo lo que esperan es que les sorprendan, que alguien les demuestren que se les quiere.
Se regalan corazones, porque últimamente tenemos la manía de romperlos todos.
Normalmente es el día en el que se le echa valor y nos declaramos a los seres queridos, a veces nos rechazan, otras nos aceptan, y la gran mayoría nos dicen que no saben, es una respuesta bastante clara, es un "no durará" un "no va a funcionar"...
El amor es imprevisible, te sorprende cada día más, a veces te puedes despertar inundado en él y otras sintiendo su ausencia.
También da miedo, amar y no ser correspondido, da envidia, da celos y malestar. Pero, al fin y al cabo, es amor, y cualquier persona que es capaz de sentirlo es afortunado.
Es un sentimiento que no somos capaces de dominar, es desconocido y no somos capaces de controlarlo.
Si eres correspondido, viene un sentimiento que confundimos con el amor, se llama pasión, no dura mucho, hay que disfrutarla, porque luego viene la rutina, el respeto, la convivencia. Por así decirlo, lo difícil, ahí está el amor.
Cuando hay amor miras atrás y no te arrepientes de nada, de ninguna persona que se quedó por el camino por no aceptarlo.

En el amor nadie se interpone, porque todo sale a la luz, se cumple el "hasta que la muerte os separe" y no hace falta cumplir todos tus sueños para sentirte realizado.

Quien haya sentido el amor alguna vez que se sienta afortunado, porque si lo ha sentido alguna vez no habrá dejado de sentirlo ahora. No te separes de esa persona porque es la que te quiere por ti mismo, sin tener en cuenta quien fuiste, y sin querer cambiar tus decisiones.
Mantente a su lado, porque tendrás lo que casi todo el mundo ansía. Porque el amor no merece ser minusvalorado, ya que te da vida, y levanta el alma.